Un índice de referencia en el mercado bursatil
El S&P 500, cuyo nombre completo es Standard & Poor’s 500 Index, es actualmente el índice bursátil más importante del mundo. Esto puede sorprender a algunos, ya que el Dow Jones es llamado el «buque insignia de Wall Street». Eso puede ser cierto, y sí, el Dow Jones es el más antiguo de los dos índices, pero cuando se trata de representar al mercado de valores estadounidense, que sigue siendo el mayor y más importante del mundo, es el S&P 500 y no hay otro índice que cumpla ese requisito. En este artículo, analizamos con más detalle este índice.
El índice S&P 500 se ha convertido en el paradigma del mercado de renta variable estadounidense, y varios fondos de inversión y ETFs que siguen pasivamente el índice se han convertido en vehículos de inversión muy populares. Estos fondos no intentan superar al índice mediante la negociación activa, la selección de valores o la sincronización con el mercado, sino que se basan en la diversificación inherente al índice general para generar altas rentabilidades. De hecho, durante largos periodos de tiempo, el índice suele producir mejores rendimientos que las carteras gestionadas activamente, especialmente después de tener en cuenta los impuestos y las comisiones.

La importancia del S&P 500
Se lanzó en 1957 y fue especial porque los 500 valores incluidos en él cubren múltiples mercados estadounidenses. Los valores del S&P 500 son los 500 mayores valores que cotizan por capitalización bursátil en la Bolsa de Nueva York, el Nasdaq y la Amex. Otros índices de mercado amplios, como el New York Stock Exchange Composite (NYSE Composite) o el Nasdaq Composite, incluyen más valores, pero sólo cubren sus respectivas bolsas. Y puede que el Dow Jones sea el índice más conocido, pero los únicos 30 valores que incluye no son en absoluto representativos de todo el mercado bursátil estadounidense. El S&P 500 es diferente:
Estas 500 empresas incluidas en el índice cubren un 75% de la capitalización bursátil total del mercado de valores estadounidense. El hecho de que los valores incluidos en este índice sean cruzados significa que es aquel en el que se unen las superestrellas tecnológicas como Apple, Amazon, Facebook o Microsoft con los blue chips del Dow Jones como Goldman Sachs, IBM o Exxon. Además, hay empresas importantes, como Berkshire Hathaway de Warren Buffet, o valores que han sido relegados del índice Dow Jones pero que, sin embargo, siguen siendo muy importantes, como General Motors o General Electric.
¿Qué habría pasado con su dinero si se hubiera limitado a seguir el S&P 500 con un ETF o un vehículo de inversión pasiva?
El S&P 500 se utiliza a menudo como referencia para el éxito de las inversiones, al igual que el MSCI World. Los inversores activos o los que se dedican a la selección de valores suelen ser juzgados a posteriori utilizando estas referencias para evaluar su experiencia.
A los gestores de fondos se les paga mucho dinero para generar rendimientos que pretenden superar al S&P 500. Sin embargo, sólo la mitad de los gestores de inversiones cumplen esta tarea. Especialmente a largo plazo, esa cifra está disminuyendo aún más. Por eso, cada vez más inversores recurren a los fondos indexados y a los fondos cotizados (ETFs) que simplemente tratan de seguir la evolución de ese índice.
Utilizar el pasado para hacer afirmaciones sobre el futuro
Puede repetir este ejercicio una y otra vez para tratar de encontrar un escenario hipotético que probablemente se desarrolle en los próximos 20 años, o simplemente utilizar la hipótesis más general de un rendimiento anual medio desde el inicio del mercado de valores, que es del 6,86% ajustado a la inflación. Esto le permitiría suponer que su inversión de 10.000 euros crecería hasta los 34.000 euros en 20 años. Cómo podría actuar en el futuro en circunstancias similares.
Una de las principales razones por las que es imposible predecir los rendimientos bursátiles a largo plazo es la existencia de cisnes negros. Los cisnes negros son grandes acontecimientos catastróficos que pueden cambiar el curso del mercado instantáneamente. Por ejemplo, los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 fueron un acontecimiento de este tipo, un cisne negro que sacudió la economía y los mercados durante años.
Su designación surgió debido a su infrecuente aparición. A pesar de ello, son lo suficientemente frecuentes como para tenerlos en cuenta a la hora de mirar al futuro. El caso actual del Coronavirus también podría representar un cisne negro de este tipo. Y como todos los cisnes negros anteriores, la Covid-19 apareció de repente y causó pánico y problemas en los mercados de capitales y en la economía mundial.
Además, también es importante tener en cuenta los ciclos de mercado que pueden darse en un periodo de 20 años. En los últimos 20 años, ha habido tres mercados alcistas y dos bajistas, con una duración media de los mercados alcistas de 80 meses, mientras que la duración media de los mercados bajistas fue de 20 meses. Desde el comienzo del mercado de valores, la relación entre los años de mercado alcista y los años de mercado bajista ha sido de aproximadamente 60:40. Se pueden esperar más años positivos que negativos. Además, la rentabilidad total media de un mercado alcista es del 415%, frente a una pérdida total media de los mercados bajistas del -65%.
Como se puede comprobar a través de las estadisticas, merece la pena invertir a largo plazo.
Ventajas y Desventajas de utilizar el S&P 500 como referencia
La principal ventaja que nos ofrece el S&P 500 es su gran diversificación de las empresas más importantes. Hay que tener en cuenta que aunque sólo incluye empresas estadounidenses, el alcance de estas multinacionales es global. La mayor parte de ellas obtienen sus ventas de todo el mundo, y por tanto su negocio es verdaderamente global y diversificado.
Entre las principales desventajas del índice está el hecho de que sólo está formado por empresas de gran capitalización. Al ser un índice ponderado por capitalización las primeras 50 empresas conforman alrededor del 50% del valor del índice, y por tanto tienen un impacto más fuerte sobre el nivel del índice.
Otra consideración a tener muy en cuenta es el peso de las grandes tecnológicas americanas en el índice. En un primero momento puede parece desproporcionado, pero esas son actualmente las mejores empresas del mundo. Es importante ser consciente de ello a la hora de elaborar una estrategia global para no repetir activos en una cartera de valores.

Formas de invertir en el S&P 500
Aunque se puede invertir en este índice utilizando derivados como opciones y futuros, la forma más simple es mediante fondos indexados o ETFs.
Algunos ETFs que replican al índice S&P 500 con un elevado grado de liquidez son SPDR S&P 500 ETF (SPY), iShares Core S&P 500 ETF (IVV) y Vanguard S&P 500 ETF (VOO).
Conclusión
Aunque no se puede predecir el comportamiento del índice S&P 500 en los próximos 20 años, pienso que con paciencia y un horizonte de inversión a largo plazo se obtendrán con una alta probabilidad buenas rentabilidades. En su carta anual de 2014 a los accionistas, Warren Buffett añadió un extracto a su testamento en el que ordenaba que la herencia de sus hijos se invirtiera en un fondo del índice S&P 500 porque los «resultados a largo plazo de este índice serán superiores a los de la mayoría de los inversores -ya sean fondos de pensiones, instituciones o particulares- que emplean gestores con altas comisiones». Pienso que sería un error invertir todo nuestro patrimonio en este índice, a pesar de sus buenas perspectivas, creo que el éxito de las inversiones reside en la diversificación, e invertir todo nuestro capital en EE.UU es demasiado arriesgado. Evidentemente todo depende del perfil de riesgo y los gustos de cada inversor.
Personalmente considero una buena idea tener una parte del capital invertido en EE.UU, ya sea en el S&P 500, acciones individuales u otro índice como puede ser el NASDAQ Composite y con el resto aprovecharnos del diversificación geográfica, asi como en otras inversiones que no sean renta variable: renta fija, inmuebles, metales preciosos, etc.
Curiosidades
- Cuando se introdujo en 1923, se llamaba simplemente «Índice Compuesto» y seguía el rendimiento de sólo un puñado de empresas. Se amplió a 90 acciones en 1926 y se mantuvo así hasta que se amplió a 500 empresas en marzo de 1957.
- El índice contiene 505 acciones, ya que incluye dos clases de acciones de 5 de sus empresas componentes.
- Cuando se creó el S&P 500, las acciones sólo pertenecían a tres sectores de actividad: industria, servicios públicos y ferrocarril.
- Según datos de Fortune, a lo largo de un período de 15 años, un 92% de los gestores de fondos de activos de alta capitalización tuvieron retornos inferiores a los del índice S&P 500.
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