Peter Lynch tuvo tanto éxito en la bolsa que pudo retirarse a los 46 años para dedicarse a sus aficiones, una de ellas escribir libros. En el artículo de hoy tomaré prestadas algunas de su ideas que plasmo en el libro One Up on Wall Street en 1997.
Fue un gestor de fondos con un talento excepcional: Lynch hizo crecer el Fondo Magellan -un buque insignia de la empresa de inversiones- desde un modesto plantón hasta una imponente planta. Cuando Lynch se hizo cargo del fondo en 1977, sus acciones valían alrededor 18 millones de dólares. Cuando el gestor del fondo se marchó en 1990, los activos del fondo ya habían superado los 14.000 millones de dólares. Bajo su dirección, el Fondo Magellan logró una rentabilidad media anual de más del 29%.
He dividido el artículo de hoy en dos partes: en la primera contaré diez pensamientos falsos acerca de la inversión en los mercados y en la segunda parte me centraré en las bases que sustentaron el éxito de Peter Lynch.
10 PENSAMIENTOS FALSOS SOBRE LA INVERSIÓN
1. La cotización de la acción ha caido demasiado. Ya no puede bajar más.
Existen muchos ejemplos que reflejan este comportamiento. En su libro, Peter Lynch cita concretamente la empresa Polaroid. Su cotización llego a alcanzar los 143,5$. Después empezo a caer a 100$, 90$, 80$. Muchos pensaron que cuando alcanzo los 75$ ya habría tocado fondo porque era una empresa con «buenos fundamentales». Pues bien, su cotización llego hasta los 14$.
Hay que tener mucho cuidado con los análisis de las empresas así como la deuda que estas tienen en todo momento.
La cotización de Telefónica parecía hace años que no podia bajar, os muestro al evolución de su cotización…

2. ¿Ha subido su cotización ya demasiado?
Una pregunta que todo inversor se hace: ¿Es momento de vender y recoger las ganacias? Sólo porque el valor de una acción se haya incrementado, no significa que no pueda subir más. Hay que analizar los fundamentales de la empresa y tener clara nuestra estrategia de inversión. ¿Es un valor a largo plazo?, ¿se trata de especulación? ¿Las circunstancias del mercado han cambiado y ahora la empresa tiene menos potencial de crecimiento?, etc.
Os dejo el ejemplo de Apple, una acción que parece que siempre está muy cara, pero que no ha dejado de crecer en los últimos años.

3. La regresión a la media en el mercado de las acciones
En el mundo de la inversión, la regresión a la media se conoce más comúnmente con el nombre de reversión a la media y tiene un significado ligeramente diferente. Se usa para describir cómo las rentabilidades en una serie temporal financiera pueden ser extremas a corto plazo, pero más estables a largo plazo. Dicho de otro modo: a los periodos de rentabilidades más bajas en determinados mercados o sectores tienden a seguirles sistemáticamente periodos con rentabilidades más altas que compensan las pérdidas.
Este fenómeno ocurre en grandes índices, como puede ser el MSCI World o el S&P500, pero en acciones individuales no tiene porqué ocurrir. Y ahí reside el peligro y el riesgo de perder dinero con una inversión, pensando que la acción volverá a recuperar su precio inicial debido a la reversión a la media. Cómo ejemplo he puesto la cotización del Banco Santander.

4. La acción sólo cuesta 3 euros ¿qué podría perder?
«Si la accion cuesta 3 € ya no puede caer más». Este es uno de los fallos clásicos de la gente que empieza con la inversión. No hay que fijarse sólo en el precio de una acción, sino tener en cuenta lo que nos costaría recuperar una caída. El gráfico representa que % debe de subir una acción después de haber caido un porcentaje: Si cae 40% para recuperar tendría que subir 67%.

5. Dura demasiado hasta que algo ocurre algo por primera vez
Eso también ocurre con seguridad. Uno se desprende de una acción porque está cansado de esperar a que ocurra «algo maravilloso», y el principio de ese algo maravilloso empieza a aparecer justo el día después de venderla. Peter Lynch denomina este fenómeno como la «floritura post-ruptura«.
En su libro cita el ejemplo de Merck, llevaba años creciendo un 14% anual, pero de 1972 a 1981 su cotización se quedo estancada. ¡En los siguientes 5 años su cotización se multiplico por 4!
6. Venderé después de que «rebote»
Si una inversion ya no tiene futuro, mejor vender de forma inmediata a esperar el rebote, que quizás nunca se produzca. Os dejo el ejemplo de CD Projekt, pero hay muchos otros.
La clave esta en analizar la empresa en detalle. Por muy bien que parezca que esta vaya, la inversión en bolsa va siempre de la mano con el riesgo. Si la empresa tiene deuda elevada es un mal síntoma. Escribí un artículo sobre el análisis de empresas, dejo aqui el enlace.

7. No tomo riesgos, mis acciones son conservadoras
Cuidado cuando alguien piensa que una empresa esta muy consolidada, qué es una de las grandes, que no lleva riesgo…
La economía es muy dinamica, cualquier empresa sólida puede caer rápidamente. Hay que tener siempre en cuenta los riesgos. Por ejemplo Wirecard, que parecía una empresa importante, en el DAX y luego… mirá su cotización.

8. ¡Ojo con el coste de oportunidad!
Es peligroso, si vas siempre mirando la cotización de una acción y te arrepientes de no haberla comprado todavía. Hacerse uno mismo cuentas en la cabeza de lo que se hubiese ganado al invertir, de cuántas acciones hubiese comprado… no sirve de nada. Lo mejor es quitarselo de la cabeza. Quién sabe, también podia haber tenido una rentabilidad negativa y en vez de ganancias hubieses tenido pérdidas.
A la hora de invertir es fundamental estar seguro de tener el dinero invertido dónde realmente queremos y esperamos una buena rentabilidad. En el ejemplo de abajo se representa cómo hubiese evolucionado un capital invertido hace 25 años suponiendo un 6,7% de rentabilidad. Para algunos puede resultar sorprendente el resultado, pero es simplemente el poder del interés compuesto.

9. Pensar que uno tiene razón por el comportamiento a corto plazo de una acción
Realizar una inversión a través de nuestro broker y ver que al cabo de unas semanas la rentabilidad se ha incrementado un 20% o 30% puede llevar a la situación de pensar que dominamos las inversiones, confiarnos, continuar con las compras y al cabo de un año encontrarnos un -40% en la cartera.
Uno comprueba si ha realizado buenas inversiones pasado un tiempo razonable. A corto plazo el mercado puede evolucionar de cualquier manera, pero es el largo plazo el que te quitará o dará la razón.
Hay que tener encuenta, que aun las buenas empresas, registran variaciones en la cotización de sus acciones en el corto plazo. Ejemplo: Amazon.

10. Mucho cuidado con especular pensando que se esta invirtiendo
Hay que saber en todo momento si uno esta invirtiendo o especulando. Por supuesto evitar acciones especulativas cuyas empresas no generan ganacias, pero presumen de poseer una nueva tecnologia, prometen un increible desarollo de su negocio… en estas acciones uno siempre pierde dinero. Un buen ejemplo es Nikola Corporation, debajo podeis ver la evolución de su cotización.

5 PILARES FUNDAMENTALES PARA INVERTIR CON ÉXITO
A pesar de su buen rendimiento a largo plazo, ni siquiera el Fondo Magellan pudo obtener tales resultados tras la marcha de Lynch. Por ello, algunos inversores se preguntan cómo consiguió él esa hazaña.
Comprender lo que se posees
Lynch seguía el enfoque del valor en la inversión, al igual que Warren Buffett y Benjamin Graham. En consecuencia, buscó específicamente acciones infravaloradas en el mercado para beneficiarse de su revalorización a lo largo del tiempo. Le interesaban especialmente las empresas con una relación precio/beneficio inferior a 0,5. La inversión en valor siempre requiere un análisis intensivo de la empresa por adelantado. Lynch también prestó atención a otras cifras clave. Por ejemplo, sólo compraba empresas con una relación deuda-capital no superior a 0,8, preferiblemente inferior a 0,5.
Renunciar a las previsiones
Lynch no creía en las previsiones, para él era una pérdida de tiempo intentar predecir el futuro, ya sea en términos de economía, tipos de interés o precios de las acciones. En su lugar, su recomendación es invertir sin previsiones y ceñirse a los datos reales. Como inversor en valor, Lynch se preocupaba más por el «valor intrínseco» de una acción que por los movimientos de precios a corto plazo. En su opinión, éstos son en gran medida irrelevantes para las decisiones de inversión.
Basarse en hechos, no en suposiciones
En el caso de las empresas con perspectivas de crecimiento aparentemente prometedoras, hay que esperar a ver cómo se comportan realmente. Si la acción cumple lo que promete después de un año, sigue siendo un buen momento para entrar. La experiencia demuestra que una acción de este tipo sigue evolucionando positivamente a partir de entonces. Si, por el contrario, la evaluación original resulta ser errónea, al menos no se ha apostado por «el caballo» equivocado.
Comprar empresas de calidad
A Lynch siempre le han gustado las empresas con modelos de negocio sencillos, sólidos y comprensibles. Si el modelo de negocio no es el adecuado, incluso una buena gestión tendrá problemas para hacer que una empresa tenga éxito. O formulado de otra manera, una buena gestión rara vez ayuda a una mala empresa. Una buena empresa, en cambio, difícilmente puede «romperse» incluso con una mala gestión. Lo que cuenta más es la calidad de la empresa que la calidad de la gestión.
Actuar siempre con flexibilidad y reflexión
Incluso los inversores profesionales deben esperar equivocarse. Esto puede tener a veces un efecto positivo y a veces negativo. En cualquier caso, no se debe persistir en los errores y mantenerse flexible. Lynch también opina sobre la compra y venta de acciones. Uno siempre debe comprar sólo cuando hay una razón clara para invertir y vender sólo cuando los argumentos originales ya no son válidos.
La filosofía Lynch hace parecer sencilla la inversión, pero no hay que olvidar que el era un genio cuando lideraba el fondo Magellan. Para concluir os dejo la evolución del fondo que lidero hasta 1990 frente al S&P 500.

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